Aquí está uno de los eslabones perdidos de nuestra adolescencia, de nuestras quedadas, de las fotos bochornosas y uno de los portales que nos vieron crecer y publicar hasta la cara de nuestro perro por las mañanas. La red social que nos hizo dormir menos horas, coger una habilidad con el teclado que ni con cinco clases intensivas de mecanografía y por la cual éramos más sociales que la mismísima Paris Hilton.
Tuenti, como todos sabemos, es una red social y actual operador de telefonía global, cuyo accionista principal es Telefónica. Nació en el 2006, pero su auge se encontraría entre 2009 a 2011 alcanzando los 15 millones de usuarios registrados. Estamos viendo como ésta, está cada vez más de capa caída y desde hace unos años siendo comida por otras mega redes como Facebook o Twitter. No obstante, nunca podrán sustituirse los recuerdos, risas y lloros que nos echamos con esta red social.
Acaso no me digáis que no os ponéis melancólicos cuando os recuerdo la felicidad que nos inundaba al ver aparecer una luz verde que nos anunciaba que teníamos un mensaje privado, o cuando estábamos etiquetados en cuarenta fotos (cada cual peor) de una noche histórica con tus amigos. Aquellos tablones donde colgabas la canción que no podías parar de escuchar y frases o textos muy profundos, o por lo menos a ti te lo parecían. Donde quedará la época choni, emo, o rancio que todos, y digo todos, hemos tenido y que ahí está Tuenti para recordárnoslo. ¿Y qué me decís del mega chat del Tuenti? Donde siempre tenías a más de doscientos amigos conectados; doscientas personas iguales que tú unidos por un mismo icono azul que te guiñaba el ojo para que nunca te desconectaras. Aunque queramos borrarlo de nuestra cabeza, para la mejora de nuestra vergüenza y acabar con esas fotos horribles con el flequillo chupado o esa ropa tan hortera, siempre estará ahí para reírnos o llorar. Porque aunque terminará desapareciendo, siempre saldrá en alguna conversación con los colegas dentro de veinte años y pensaremos... ¿Qué fue de Tuenti? Con una gran sonrisa en la boca.

Marta Hermosilla Garrido
Toda la razón. Recuerdos y etapas bochornosas, pero todo parte de nuestra vida. Buen post sobre la generación que algunos se empeñan en olvidar!!
ResponderEliminar